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miércoles, 2 de diciembre de 2009

PALABRAS DE BIENVENIDA

Por: María A. Farfán Góngora


Las nuevas tecnologías de la Información y comunicación se están convirtiendo en un elemento clave en nuestro sistema educativo. Cada vez resulta más difícil encontrarnos con acciones formativas que no estén apoyadas en diferentes medios tecnológicos, y ello ocurre independiente del sistema educativo en el cual nos movamos y de los contenidos y de los que estemos llevando a cabo.

El objetivo de este blog se enfoca principalmente a la información acerca de la Evaluación en sus diferentes enfoques y facetas, así como también crear una forma alterna de comunicación entre los directores y coordinadores de las 42 Instancias Educativas del COBAQROO.

El alcance de esta herramienta es indiscutible pues no delimita a nadie que esté interesado en saber más acerca de la Evaluación.

Los apoyos de los links, será realmente enfocados a páginas web de interés, donde pueden investigar sobre la gestión escolar y la enseñanza, habilidad que deberán desarrollar para fortalecer la Competencia de Formación Continua.

Otro apoyo que proporcionaremos por medio de este blog, está relacionado con la RIEMS, en donde iremos subiendo información que les sirva para el desarrollo de las competencias Directivas.

Esperemos que esta herramienta sea un apoyo más a la gran y compleja labor que desarrollan día con día en sus centros de trabajo ya sea Plantel, EMSaD o CSAI.

Sean Todos Bienvenidos al blog. http://evaluacioninstitucional.blogspot.com/ del Departamento de Evaluación Institucional de la Dirección de Planeación, Programación y Presupuesto del COBAQROO.

Antecedentes de la Evaluación (Primera parte)


Antes de 1980 Prácticamente no había evaluación educativa en México. sin duda, cada profesor evaluaba a sus estudiantes y comunicaba sus calificaciones pero no se contaba con instrumentos estandarizados de uso generalizado para evaluar el desempeño de grandes poblaciones de estudiantes; mucho menos era pensable utilizar los resultado agregados de las evaluaciones para conocer la situación del sistema educativo nacional o la eficacia de algún programa. Tampoco había evaluación externa de situaciones ni programas de incentivos para docentes o investigadores, ligados a evaluaciones.

En la educación nacional se habían realizado algunas acciones aisladas de evaluación pero no de manera sistemática. Sin embargo, a partir de los años ochenta se comenzó a ver la necesidad de contar con la evaluación como una herramienta clave para el mejoramiento de la educación, y ya en los noventa se desarrollaron y establecieron varios programas e instrumentos de evaluación educativa. Ahora cuando la primera década del siglo XXI está en su etapa final hay quien se queja de que son muchas evaluaciones y que incluso nos abruman, que son redundantes y que no queda claro para qué sirve cada una.

Este trabajo tiene como propósito presentar algunos antecedentes de la evaluación de Inglaterra y Estados Unidos, una breve crónica de lo que ha sido la evaluación en el ámbito educativo nacional, una explicación de las principales características de aquellos instrumentos de evaluación que implican respuestas de estudiantes, y, a manera de ejemplo, un análisis de los propósitos y la utilidad de los cuatro instrumentos más importantes que se utilizan actualmente en la educación media superior de nuestro país, Enlace, Exani, Excale y PISA.

Seguramente la evaluación de los educandos y sin duda la de los aprendices ha estado presente en los gremios profesionales desde tiempos muy remotos. Sin embargo, la evaluación a gran escala realizada de manera sistemática y periódica es mucho más reciente. Sabemos que en Inglaterra-Oxford (1857) y Cambridge (1958)- se establecieron los primeros Consejos de Evaluación, y que en 1918 se introdujo por primera vez un examen de certificación escolar al término de lo que allá se llama educación secundaria (16 años).

Por otra parte, el proceso de evaluación del sistema educativo inglés, denominado el Inspectorado de su Majestad (Her Majesty Inspectorate of Education) surge en 1840. El College Entrance Examination Board de los Estados Unidos se funda en 1900. El establecimiento de la prueba estandarizada Satnford Binet data de 1923; y las primeras versiones de la famosa prueba SAT (Scholastic Aptitude Test), que es el Instrumento más utilizado para ayudar a las decisiones de admisión a la universidad, se aplicaron de principios del siglo XX. El Educational Testing Service (ETS), la corporación más grande dedicada a la evaluación, nace en 1948. La IEA (International Association for the Evaluation of Educational Achievement), el más antiguo organismo internacional de evaluación educativa, se origina en 1958 aunque sus estatutos legal es de 1967; la IEA llevó a cabo un primer estudio piloto sobre matemáticas (1959-1962) y un primer estudio formal internacional (12 países) en 1964. Luego, en 1980-81 elaboró un segundo estudio (20 países) y en 1995 un tercer estudio de matemáticas y ciencias (45 países, incluido México). Asimismo, la evaluación del sistema educativo nacional de Estados Unidos, en la que se utilizan los datos que proporciona la prueba denominada Evaluación Nacional del Progreso Educativo (NAEP), data de 1969.

En México, sin embargo, antes de 1990 prácticamente no había evaluación a gran escala ni existían instancias u organismos dedicados a la evaluación de la educación, como escasos antecedentes, en los años sesenta la UNAM y luego algunas otras universidades comenzaron a aplicar pruebas para ayudar a los procesos de admisión; por otro lado, hacia el final de la siguiente década se creó en la Secretaría de Educación Pública (SEP) la Dirección General de Evaluación, que comenzó a realizar algunas evaluaciones aunque más con propósitos de acreditación y certificación de estudios. Se puede decir, entonces, que antes de los ochenta, la evaluación de la educación en México es casi una página en blanco.

Fuente: CENEVAL 2009

EVALUACIÓN



Cuando hablamos del concepto de evaluación, inmediatamente lo asociamos con la tarea de realizar mediciones sobre la importancia de las características de un objeto, hecho o situación particular. Sin duda, la evaluación incluye actividades, las cuales se consideran imprescindibles, pero al mismo tiempo involucra a otros factores que van más allá y que en cierto modo la definen.

Según Jorga y Casellas 1997 Miras Y Solé 1990, 1993; Wolf 1988: la evaluación implica seis aspectos.

  1. La demarcación del objeto, situación o nivel de referencia que se ha de evaluar: identificación de los objetos de evaluación.
  2. El uso de determinados criterios para la realización de la evaluación.
  3. Una cierta sistematización mínima necesaria para la obtención de la información.
  4. A partir de la obtención de la información. Esta comprensión será más rica si se toma en cuenta con mayor número de elementos y fuentes para construirla.
  5. La emisión de juicios
  6. La toma de decisiones
Desde otra perspectiva, se concibe a la evaluación educativa como el proceso permanente y sistemático, mediante el cual se obstine información cuantitativa, pertinente, oportuna, válida y confiable acerca del hecho educativo, que una vez contrastada a través de determinados criterios permite la emisión de juicios de valor para adoptar una serie de decisiones relativas al mismo, tendentes al mejoramiento de la calidad educativa.

Partiendo de una concepción, formal o sistemática y tomando en consideración el currículo como objeto de evaluación, se reconoce la importancia de evaluar en dos dimensiones. La primera para valorar su consistencia interna, que considera objetivos y finalidades del bachillerato general, perfiles del bachiller y docente, estructura curricular y lineas de orientación, su relación con el contexto entre otros. Y la segunda para evaluar su operación, que consiste en valorar la relación entre lo ejecutado y lo planeado

Sin embargo si la evaluación se concentra en el alumno, se ha de considerar la evaluación del aprendizaje.

Desde el marco de la interpretación constructivista de la enseñanza y el aprendizaje, la evaluación es una actividad que debe de realizarse tomando en cuenta no solo el aprendizaje de los alumnos, sino también las actividades de enseñanza que realiza el docente y su relación con dichos aprendizajes (Colly Martín 1996). En este caso las acciones evaluativas se encaminaran a reflexionar, interpretar y mejorar dicho proceso del mismo.

Los resultados de la evaluación del aprendizaje serán de utilidad para saber si las estrategias didácticas y de aprendizaje han sido pertinentes, así como también si permitirán la asignación de calificaciones y en su caso la determinación de la acreditación y la promoción.

En cuanto al componente de formación para el trabajo la evaluación del aprendizaje tendrá como referente conceptual la competencia laboral, que es la capacidad productiva del estudiante, que se define y mide en términos de desempeño en un determinado contexto laboral y refleja los conocimientos habilidades, destrezas y actitudes necesarias para la realización de un trabajo efectivo y de calidad.

Con la evaluación de la competencia laboral se especificaran las fuentes de evidencia de donde se obtendrá la información que sustentará el juicio. Las fuentes de evidencia son los espacios o circunstancias de evaluación que proveen o generan los datos de competencia.

Estas fuentes son:

  • Las manifestaciones abiertas y observables del desempeño del individuo: son comportamientos o acciones de ejecución.
  • Los conocimientos que se tiene con respecto de la función laboral desempeñada: manejo de conceptos, terminología, normatividad o políticas.
  • El aprendizaje previo que se tiene en relación con la competencia: apunta hacia la consideración de la experiencia histórica, la contratación de los productos que se ha realizado con anterioridad.
  • Los informes de otras personas: se obtiene evidencias de los reportes y datos que poseen o emiten personas que tienen contacto con la función que desempeña el candidato.

La importancia de la Planeación.


Le ha ocurrido cualquier mañana o noche de cualquier día que se haya preguntado ¿Qué voy a hacer mañana? o ¿Cómo resolver ese problema? … creo que es una pregunta muy común y supongo que difícilmente no se haya hecho alguna de esas preguntas.

Bueno, pues aunque parezca muy simple cualquier proceso de planeación empieza justo por ahí, es decir es un proceso mental que se ejercita involuntariamente cada vez que uno piensa en el futuro o futuro inmediato. Casi como cuando uno empieza a pensar cuando va a ir al cine o cuando asistirá a alguna fiesta… es decir empiezan las preguntas básicas de cómo le hare y en qué plazo de tiempo lo haré. Es así como la mente empieza a organizar las cosas y uno vislumbra la cantidad de cosas que hay que realizar para desarrollar “algo”.

En ese sentido, la planeación ciertamente tiene sus grados de complejidad, es decir…no será lo mismo planear ir al cine, construir una casa o realizar un Programa Nacional de Desarrollo y por lo tanto deberán ejercitarse numerosos procesos mentales, herramientas metodológicas y actividades de acuerdo a lo que se quiere planear.

De tal suerte que planear no es un proceso sencillo y siempre tendrá que ver con el futuro estrictamente hablando, de ahí que pensar en “hacer algo” en el futuro tiene pues ciertas complicaciones por el grado de incertidumbre que se genera.

Dicho lo anterior, es importante empezar por la planeación en su sentido más genérico, la planeación es prever, imaginar, visualizar, pensar en orden y sentido común y también pensar en los tiempos en que se realizan las cosas.

Así, la literatura plantea algunos tipos de planeación que tienen que ver un poco en cómo y en qué tiempo se realiza la planeación es decir, su horizonte o lo que es lo mismo los plazos en que se desarrollará de tal suerte que esta la planeación operativa, táctica y la planeación estratégica que consiste en fijar las expectativas de una institución fijando una visión de cómo se pretende que sea dicha institución en el futuro para lo cual se plantean diferentes estrategias en función de los contextos que se viven.

En este tenor, es importante comentar que se han desarrollado algunas herramientas metodológicas que ayudan a organizar las ideas, las acciones de una institución o a programas, objetivos y metas.

Así, algunas herramientas de análisis son las FODAS, que plantean debilidades y fortalezas de una organización, el diagrama de Ishikawa (o diagrama de pescado) que plantea causas y efectos de un problema o acción, y más recientemente el marco lógico que establece como su nombre lo indica en marco de referencia o contextualización de la institución y a través de un árbol de problemas enfocar las acciones y proyectos de mas institución estableciendo también un esquema de indicadores que midan las metas y clarifiquen los avances de las acciones.

Estas herramientas ayudan en lo general a realizar análisis y detectar debilidades de una institución, así como plantear estrategias probables soluciones a los problemas detectados.
En este sentido, las metodologías antes mencionadas son de una eficacia relativa en función de cómo se apliquen y como enfoquen la resolución de los problemas, aunque hay que decirlo no son en si la solución a los mismos.

En ese sentido, la planeación como proceso es de vital importancia para las instituciones y organizaciones, ya que las organizan y les dan enfoque de acuerdo a su naturaleza.
La planeación de manera general y natural tiene varias bondades:

  • Propicia el desarrollo de la institución
  • Reduce al máximo los riesgos del contexto
  • Maximiza el aprovechamiento de los recursos y tiempos
Finalmente la planeación ayuda a la reflexión de lo que hacemos y porqué lo hacemos; mas allá de que existan documentos rectores de los diferentes sectores que nos dicen que realizar a través de sus líneas de acción (Plan Federal Sectorial, Plan de Desarrollo Estatal, Programa de Desarrollo Institucional), en educación más que en cualquier sector, la planeación tiene una mayor trascendencia porque visualiza a futuro como debemos formar a nuestros alumnos y con qué competencias egresarlos de nuestra institución, para incorporárselos al sector productivo o a las instancias de educación superior con la expectativa de que serán los impulsores del desarrollo de nuestro estado.

Quiero finalizar este breve comentario sobre planeación diciendo que no podemos mejorar lo que no podemos medir, y en ese sentido, la planeación, ayuda a reflexionar lo que hacemos y si lo hacemos con la debida pertinencia.